martes, 13 de mayo de 2014

¿Como se relaciona la estructura Socioeconómica de México con la contaminación ambiental?
 
MOVIMIENTOS SOCIALES RURALES Y PROBLEMÁTICA MEDIOAMBIENTAL
 
Las profundas transformaciones socio productivas, específicamente aquellas asociadas al impacto de políticas económicas de carácter global, repercuten en los llamados movimientos sociales rurales. El estudio se orienta en comprender los cambios que estos movimientos han experimentado, haciendo especial énfasis en el tránsito histórico de la acción colectiva rural en este nuevo escenario. Se plantea la hipótesis de que la lucha por la tierra, reconfigurada esta vezdesde una óptica valórica y simbólica, continúa siendo un factor primario entre las demandas que dan origen a estos movimientos sociales. La emergencia de los nuevos movimientos sociales rurales, se redefine como una disputa por la territorialidad, es decir, la tierra cargada de significado e historia. La reflexión se centrará en los movimientos rurales medioambientales en el marco de conflictos mineros ya que éstos vienen justamente a problematizar temáticas referentes al territorio y la identidad.


Palabras clave: nuevos movimientos sociales rurales, lucha por la tierra, conflicto medioambiental, territorialidad.




Contexto del conflicto ambiental, nuevos movimientos rurales y territorialidad

 El crecimiento económico constante, propio del modelo de desarrollo actual, ha llevado a extender la industria extractiva de recursos naturales, lo que ha generado una intensificación de los llamados conflictos medioambientales. Si bien, como señala el historiador Mauricio Folchi (2001), en la historia de Chile han existido tensiones sociales con características similares a los conflictos ambientales de hoy desde tiempos inmemoriales, la ecología política y la sociología medioambiental se han referido a este tema como un fenómeno estructural, es decir, un problema consustancial al desarrollo de las sociedades industriales (Agüero, 2010).
A nivel latinoamericano, siguiendo a Svampa y Antonelli (2009) se ha observado una expansión del modelo extractivo-exportador junto a una política de privatizaciones. Esta política institucionaliza la autoexclusión del Estado como agente productivo, a la vez que le otorga un rol como metarregulador, y se posiciona al sector privado como principal actor autorizado a explotar recursos naturales. En Chile se instaura en los años setenta un modelo neoliberal basado fundamentalmente en la extracción y exportación de materias primas y recursos naturales.
 
 
 

Problema medioambiental como problema sociocultural

El impacto ambiental es sin duda una preocupación importante para los movimientos sociales rurales en contexto de conflicto ambiental. La contaminación forma parte de uno de los principales argumentos en los que se articula su discurso, arguyendo a la contaminación del agua a través del depósito de tóxicos en los ríos que riegan, del aire por medio del polvo, o del suelo, entre otros (Bowen, Fábrega y Medel, 2011; Folchi, 2003).
Sin embargo, el problema se constituye también como un conflicto social y cultural, esto pues al verse cuestionado el medio, se ve cuestionada también una cierta manera de relacionarse e identificarse en el mismo. Significa un cambio en la vida en sociedad, pues en el territorio los actores sociales entablan cierta relación con el medio, que otorga una determinada identidad que con el tiempo va construyendo un sentido común propio de cada localidad (Tuan, 1996, citado en Barros, 2000). En este contexto es que nos preguntamos: ¿De qué se compone este vínculo con el entorno?
Los significados y valores asociados al territorio determinarán una forma específica de relacionarse con el medioambiente –que no es estática ni única-, pero que va ligado a un estilo de vida, o como diría Maffesoli (1990), la materialidad de “estar juntos” en un espacio determinado constituye un aspecto central para entender las formas del proceder social. Se ha observado que esta relación con el medio es definida por los movimientos sociales ambientales como un estilo de vida agrario -o agroculturalismo como lo plantea Urkidi (2008)- que se contrapone al estilo de vida minero (Bowen, Fábrega y Medel, 2011). Esto explicaría los motivos por los cuales los movimientos sociales consideran que el vínculo con el entorno propio del estilo de vida agrario sea incompatible con el del minero, o por lo menos, extremadamente difícil. Este estilo de vida se caracteriza por una economía de subsistencia, entendida como una actividad de pequeña producción y destinada a la familia. A diferencia de la actividad minera, que es entendida como acelerada, devastadora o invasora.



 
 
 
 
 
BIBLIOGRAFÍA:
 
 
 
 
COMPETENCIAS: DISTINGUE LOS COSTOS SOCIALES DE LOS SIGUIENTES FENÓMENOS (BLOQUE III)
-Desempleo y migración
-Pérdida de poder adquisitivo
-Dependencia alimentaria
-Derechos humaos
-Movilizaciones sociales
-Deterorio ambiental
-Evaluación del bloque
 
 FECHA DE PUBLICACIÓN: 13 de mayo del 2014
 
 
 

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